“Eres la mejor” “me
gustas desde el primer momento” “no haré nada que no quieras” “eres la única”
“no significa nada en mi vida” “solo es una amiga”. Eso y muchas cosas más eran
las que me decías y por supuesto las creía, necesitaba creerlas, porque eras lo
mejor que me había pasado en mucho tiempo, porque eras esa persona que tanto
necesitaba en mi vida, convertiste mi mundo en un castillo y de un momento a
otro se derrumbó cual naipes cae al pegar la brisa. Sin rumbo ni dirección solo
podía vagar; viviendo en un mundo de recuerdos, en el que claro, siempre te
hacia ver como la mejor persona, siempre te excusaba de todas tus faltas,
porque sí, la del problema era yo, yo que no te comprendía, yo que no podía
relacionarme con tus amigos, yo que era la más mojigata de todas, yo a la que
nada le gustaba, y sin dudas yo que te ponía por encima de todos, incluso por
encima de mí.
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